Para ejercer el liderazgo consciente es necesario saber, entre otras cualidades, cómo ayudar a los trabajadores a seguir creciendo como personas y profesionales y crear climas laborales positivos en los que impere la confianza, la creatividad, la implicación y el talento, según recoge la obra Conscious Capitalism, de Raj Sisodia y John Mackey.
En este objetivo tiene mucho que aportar la técnica del coaching, descrita por la International Coach Federation “como un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con clientes que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional”. De ahí que en los últimos años tome relevancia la figura del líder coach como impulsor del capital humano de la organización.
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El líder consciente, en su misión de dirigir y guiar a los equipos, necesita introducir las técnicas del coaching, dando lugar a una unión entre ambas disciplinas que permita acompañar a los empleados en el desarrollo de todo su talento y la aplicación de este en la consecución del propósito elevado de la compañía.
De hecho, el líder coach es uno de los estilos de liderazgo desarrollados por Daniel Goleman, quien lo describe como aquellos que “ayudan a los empleados a identificar sus fortalezas y debilidades únicas y los vinculan a sus aspiraciones personales y profesionales”.
Por su parte, según la consultora Karisma, el líder coach es aquel “profesional que gestiona directamente un equipo de personas y que pone un especial énfasis y atención en ayudar a los integrantes a desarrollar todas sus habilidades y competencias, alentándolos a poner en práctica nuevas formas de actuación y a evaluar el impacto que estos cambios generan en sí mismos y también cómo inciden en los resultados de la organización, al tiempo que debe fomentar el compromiso de las propias personas en su crecimiento y desarrollo continuo”.
Si te planteas cómo ser coach y líder al mismo tiempo, debes comenzar a trabajar en las siguientes competencias:
No siempre es útil ser un líder coach. Según Goleman, si la organización cuenta con un equipo poco permeable al aprendizaje o a los cambios en su comportamiento o si el líder no dispone de las habilidades para llevar a cabo las técnicas del coaching, es mejor emplear otro estilo de liderazgo más adecuado.
Por el contrario, este estilo de liderazgo tiene muy buenos resultados especialmente en aquellos casos en los que los empleados son conscientes de sus debilidades y desean minimizarlas o cuando los trabajadores perciben cómo el fortalecimiento de sus habilidades contribuye a su avance profesional.