El cliente actual es muy diferente. Ha aprendido, ha evolucionado, madurado y crecido. Para poder impactarlo y conseguir su interés es esencial adaptarse a las nuevas formas de trabajo y creación de valor que, al igual que el consumidor, también evolucionan. Porque no solamente el cliente sabe lo que quiere, sino que los empleados también tienen claras sus prioridades.
La clave para poder beneficiar a todos los grupos de interés es el trabajo colaborativo. Ahora hablamos de líderes en entornos colaborativos donde cada uno es una pieza indispensable que aporta valor para alcanzar unos objetivos. Este concepto, el de la organización transversal, es fundamental para mejorar la rentabilidad.
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